sábado, 25 de agosto de 2018

Los "objetos de poder" de Laura Rivas

Laura Rivas, quien ya tiene años cobrando sin aportar nada real a la sociedad, ahora tiene su propia línea de amuletos por poco menos de 800 pesos cada uno. En su comercial, Rivas nos ofrece su "deslumbrante" currículum como "médium, vidente, tarotista" y participante del programa Extranormal, otra forma de decir que se especializa en ganar dinero a partir de las creencias de las personas, sin retribuir en absoluto a la sociedad que la mantiene. En más de dos siglos de investigar los supuestos poderes de médiums y otros tipos de psíquicos, hemos sido incapaces de demostrar la existencia de un solo fenómeno paranormal. En cambio, en ese tiempo la ciencia ha avanzado a pasos agigantados en todas las áreas donde  se dejó de lado lo sobrenatural.



Pero ahora con su nueva línea de amuletos mágicos, Rivas asegura (sin demostrarlo, como todo lo que dice para ganarse la vida) es que estos objetos los creó ella misma para atraer abundancia a la vida de los incautos clientes que lo compren. En este mundo de libre mercado, la venta de misterios y supersticiones es de los mejores y más redituables sectores de nogocios, tal como Rivas lo demuestra. Hay que recordar que esta "vidente" nunca ha aceptado poner a prueba sus supuestos "dones" en condiciones controladas, como lo fue el reto paranormal del papá esceptico hace ya unos años.

Con estos amuletos, de los que no existe en su anuncio ni una sola oración que tenga sentido, la "vidente" solo nos demuestra lo que ya sabemos desde hace tiempo: estas personas se lucran con las creencias de los demás, sin aportarles ningún beneficio más allá de perpetuar la ignorancia y la superstición a costa de una buena cantidad de dinero. Para asegurarse su lugar en este mercado, la "vidente" asegura que los amuletos han sido utilizado desde épocas antiguas por grandes gobernantes, lo que es cierto, pero termina siendo un punto irrelevante. Vamos, que desde épocas antiguas los grandes gobernantes gustaban de colocarse enormes penachos u otros ornamentos exagerados que venían a mostrar su supuesta divinidad ante el pueblo. ¿Alguien está interesado en colocarse un disfraz similar (cuando no es halloween)? La apelación a la antigüedad no nos sirve entonces para saber si comprar amuletos es o no una buena decisión.

Antes de Extranormal, en México por lo menos, la venta de amuletos y demás chácharas se conseguían en tiendas esotéricas que obtenían propaganda en postes de luz y periódicos sensacionalistas. Hoy, este retorno a los mitos de épocas precientíficas se convierte en el negocio de las redes sociales y la televisión por igual, siendo promocionado de forma masiva.Claro, todos somos libres de comprar lo que queramos, pero aquí nuestro objetivo es brindarles información alternativa para que las personas tomen una decisión mejor informada sobre lo que está comprando.

Con esos 790 pesos las personas podrían comprarse hasta tres o cuatro libros de buena calidad sobre ciencia, filosofía o historia, cosas que realmente le servirían y en los que su dinero sería bien invertido. Muchas personas apenas cuentan con el dinero para mantener su casa durante la quincena, y depositan su fe (y su dinero) en estos objetos que se supone atraen las "vibras" de la abundancia, el dinero y el amor. Para personas sin escrúpulos como Laura Rivas, esto no importa siempre y cuando ella termine beneficiada; una persona que sin esforzarse como lo hacen los millones de seguidores que tienen, de conseguir el pan de cada día con mucho trabajo, decide continuar aprovechándose de su sociedad, insultando la inteligencia de sus seguidores con supersticiones baratas que promociona a precio de oro, y manteniendo su existencia sin ofrecer nada a cambio.

Las personas que creen que un objeto con forma extraña o una vela con olor puede atraer la buena suerte, el dinero o lo que sea, hay que recordarles que éstas no son cosas u objetos que puedan ser atraídos por un trozo de porcelana, de yeso o de madera. Se trata de procesos y eventos que se alcanzan luego de superar varias adversidades dentro de un contexto dado. Una persona común puede procurar mejorar a costa de su esfuerzo llevando a cabo una serie de decisiones responsables, tales como ahorrar, estudiar alguna carrera que reditúe en un futuro, realizar compras responsables (no, un amuleto no es una compra responsable), dividir gastos entre aquellos que pueden aportar en la casa o todas a la vez. La idea que un objeto podrá atraer aquello que se consigue (a veces) con mucho esfuerzo sin duda suena más fácil, deslinda de responsabilidades a la persona y le hace creer que lo que le pasa tiene que ver con fuerzas sobrenaturales incontrolables.

Ciertamente estas escapatorias simplistas no resuelven nuestros problemas, y lo único que termina haciendo al comprar estos artículos, es mantener a parásitos de la sociedad que, sin trabajar, comen mejor que usted y yo.

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